Nutrición
Dieta básica sana

Una alimentación equilibrada tiene una amplia base de hidratos de carbono complejos (cereales integrales, pan, pasta, arroz integral, patatas, legumbres, etc), mucha fruta y verdura (contienen fibra, vitaminas y minerales), aceites vegetales no refinados y pescado azul. Alimentos como los lácteos, la carne y los huevos han de ser ingeridos de forma eventual. Otros, como el azúcar o los alimentos procesados industrialmente y las grasas saturadas, deben ser evitados.
Alimentos recomendables obligados:
Frutas completas y zumos naturales no ácidos. 4 Raciones diarias. Verduras y hortalizas crudas, al vapor, al horno (de hoja verde, todo tipo de coles, raíces, etc). 1 Ración cruda (ensalada) y otra cocinada al día, como mínimo. Cereales integrales, al menos en un 70% de los totales ingeridos (arroz, trigo, avena, centeno, mijo, cous-cous, pasta, pan, etc) Legumbres (soja, lentejas, garbanzos, judías, guisantes, etc). Tofu, seitán. 2 Raciones diarias. Germinados (brotes de soja, de alfalfa, de trigo, etc). 2/3 Veces semanales. Semillas y nueces (en poca cantidad). 2 Veces semanales o más. Aceite de oliva virgen prensado en frío, aceite de lino. Diario. Pescado azul de aguas frías (salmón, arenque, sardinas, boquerones, caballa, trucha de río) Se puede sustituir por una cucharada diaria de aceite de lino. 2/3 Veces semanales. Agua mineral y zumos (3:1). 8 Vasos grandes al día (entre los dos).
Alimentos recomendables opcionales:
Lácteos quesos frescos 1 Ración diaria, máximo. Carnes . 1 Vez cada 10 días. Huevos . 2 A la semana. Se recomienda que todos los alimentos procedan de cultivos o cría biológicos, en la medida de lo posible, debido a la ausencia de pesticidas, metales pesados, antibióticos, hormonas y otras sustancias tóxicas en su interior. Alimentos perjudiciales: Limitar su consumo al máximo, ya que, no sólo no aportan ningún nutriente, sino que provocan, tarde o temprano, trastornos en la salud. Son: Azúcar refinada y dulces. Grasas saturadas (de procedencia animal) y grasas “Trans” o hidrogenadas (margarina, bollería, aceites refinados, etc). Sal en exceso. Embutidos (a excepción del jamón ibérico de bellota, en pequeñas raciones). Harinas blancas refinadas (pan blanco, pasta blanca, etc). · Productos procesados industrialmente (productos preparados, precocinados, enlatados, en conserva) con conservantes o colorantes químicos. Carne roja y aves, en exceso (más de una vez por semana). Tabaco y alcohol (sí se recomienda una copa de vino tinto bueno, diaria). A continuación, exponemos una dieta básica equilibrada, que puede servir como modelo: